viernes, 12 de agosto de 2016

Reseña de Las tres caras de la luna (Sally Gardner)


Título: Las tres caras de la luna

Autora: Sally Gardner

Editorial: Nube de tinta

Páginas: 208

Autoconclusivo

Precio: 14'95€




Sinopsis:

En Patria no se canta, en Patria todo es sombra, en Patria se premia a los delatores y desaparece sin dejar rastro cualquier enemigo. Sus habitantes viven bajo el yugo del opresivo y despiadado régimen dictatorial que controla y dirige cada uno de sus pasos, están acostumbrados a hablar entre susurros, a recelar de los vecinos, a los continuos cortes de luz, y ya ni se asustan cuando oyen el toque de queda.
En Patria, la fantasía es la única vía de escape.
Pero Standish no se rinde, sabe que más allá de las infranqueables y herméticas fronteras de su país tiene que existir otro mundo, un mundo donde la libertad y la verdad no sean solo sueños imposibles sino una maravillosa realidad.

Mi opinión:

Conocí este libro gracias al último vídeo de Uka, del canal Nube de Palabras. En cuanto lo sacó para enseñarlo, paré el vídeo y me lo apunté. No sé si fue el título, o todo lo que parecía ocultar una portada tan simple y a la vez, cargada de significado, pero supe que tenía que leerlo. Y lo empecé sin ni siquiera leer la sinopsis, porque algo me atrajo hacia esta historia, y ahora que lo he terminado, no me cabe duda de por qué.

Standish es un adolescente de quince años, que vive en un lugar donde juntan a todos los "marginados". Están divididos por algo así como distristos, y esta historia te mete de lleno en el Siete, presentándote únicamente como es la vida allí. Fría, gris, y vacía, la sociedad vive reprimida bajo una especie de dictadura. 
Un lugar en el que las personas desaparecen o mueren de un momento para otro, y es algo tan común, que cuando alguien desaparece, ya se lo da por muerto. Standish vive con su abuelo, ya que sus padres han sido víctimas de este fenómeno tan común, y se siente solo y perdido hasta que conoce a Héctor, un chico de su edad que termina siendo como un hermano para él.
En un mundo de crueldad, Standish encuentra la escapatoria para su dolor en su mundo de fantasía, lo que lo hace distinguirse por encima de los demás, a los que él considera "borregos". Ese arma tan poderosa que le ha sido otorgada; la imaginación, será su carta a favor para cambiar el mundo. 
¿Lo conseguirá?


Standish es un personaje entrañable. Desde que comencé el libro me vi a mí misma en él. Y es que yo también era la típica niña que siempre parecía ausente, no porque no escuchara, sino porque prefería estar imaginando cosas que nunca pasarían. Por eso,  casi he podido sentir lo mismo que sentía el protagonista cada vez que hacía uso de su imaginación; libertad.

No llegamos a conocer en profundidad al resto de los personajes, ni siquiera al propio Standish más allá de su faceta imaginativa y curiosa, pero nos transmite el amor que siente por ellos, y de esa manera consigue que los diferenciemos de los demás, en plan: "Personajes a los que aprecio" y "personajes borregos".

La historia me ha sorprendido demasiado por miles de razones, entre ellas: 
  • El estilo que tiene la autora es muy diferente de lo común; los capítulos apenas duran una página, y los más largos llegan a las tres con suerte.
  • Tiene pequeñas cositas que te dan pistas del giro que tendrá al final, aunque es difícil captarlas, y terminas llevándote la sorpresa igualmente.
  • Os habréis fijado en que no la he catalogado en ningún género. Después de pensarlo mucho, he terminado llegando a conclusiones muy contradictorias; ¿Fantasía? ¿Realismo? ¿Distopía?... Y, ¿cómo es posible que un libro sea muy realista y a la vez muy fantasioso? 

No voy a entrar más en detalles, porque si la sinopsis cuenta tan poco y a mí me ha dejado con la boca abierta, no sería justo que os privara de eso a vosotros.

Sin duda, es el libro ideal para todo lector mentiroso. Y con mentiroso me refiero a la gran mayoría. Sí, casi todos. ¿Un capítulo más y lo dejo? Venga ya, por favor.


Una historia que esconde más de un mensaje, y muchos de ellos los encontramos entre sus frases, tan sublimes, preciosas, exquisitas...

"¿De qué sirve llorar? El abuelo dice que, si se pusiera a llorar, lo mismo ya no podría parar; había demasiadas cosas en la vida por las que llorar."

"Se me había llamado la atención de que el mundo estaba lleno de agujeros, agujeros en que se podía caer, para no ser visto de nuevo. No podía entender la diferencia entre la desaparición y la muerte. Ambos parecían lo mismo para mí, los dos en el lado izquierdo. Agujeros en su corazón, agujeros en su vida."  

"El abuelo decía que si el ser humano estaba tan loco como para destruirse a sí mismo, al menos las ratas y las cucarachas contemplarían el espectáculo en primera fila y disfrutarían viendo cómo la Madre Naturaleza volvía a apoderarse de la tierra."

En resumen, un libro que te atrapa desde que posas los ojos en la primera frase, hasta que llegas a un final que te pondrá la piel de gallina, que podrá hacerte sentir feliz y muy triste a la vez, lo que sí te aseguro; es que no te dejará indiferente.

Puntuación: 4'5/5

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